Ayer salí (por fin!!) y hasta las cuatro y media de la noche no fui consciente de que llevaba una cogorza de lo más graciosa y mi ojo ya había decidio bizquear. Hasta entonces me dediqué a observar a los borrachos de turno y a la gente en general. Es super curioso ver cómo la peña sufre tastornos de los que no es consciente
hasta que su lengua se colapsa debido al alcohol. Hoy voy a hablar de los chicos y los momentos de exaltación de la amistad, otro día hablaré de las féminas.
Momento exaltación de la amistad: Dícese del momento en el que no vas pedo del todo pero un poquito sí. Toda la gente que tienes alrededor es candidato para ser víctima de tus abrazos y de "tia te quiero un montón, es una pena que ayer pensara que eras una verdadera hija de puta". Y viceversa, tú también sufres la consecuencia del puntillo de los demás. Y es muy reconfortante porque como tengas un día tonto te echas a llorar y ale!vivan las reconciliaciones! El día siguiente es una mezcla entre "mierda mierda mierda joder" y "bueno, lo de ayer no pasó, no debo ser débil, no debo ser débil"
Chicos observadores: Estos son los más fáciles de identificar, y también los más incómodos. Estás manteniendo una conversación normal* con tu querida o queridas amigas, y de repente un pavo se planta delante de ti cual estatua hipnotizada. La mirada se te clava, te sientes ruborizada, y te dan ganas de matar al pavo en cuestión, que parece que te está absorbiendo hasta el alma. La mayoría de las veces es sencillo deshacerse de ellos, basta con hacer como si no existiera, o si tienes poca paciencia, mírale mal y luego diles a tus compis: "joder, este tío es como un poco tonto no?tendrá algún tipo de retraso? qué lastimita...". Hablas de él como si no estuviera, pero está y te escucha, así que siente pena de él mismo y se pira.
Chicos que se creen lo más de lo más: Estos son los mejores y con los que más te puedes entretener. Tienen unas cuantas variantes para establecer relación contigo, como empujarte y decir "tía ve con cuidado que soy un chico malo, pero por ser tú te perdono...esto...nos conocemos?" o "he notado que me miras un montón (mentira cochina), si quieres pierdo un rato de mi tiempo y entablo una conversación de lo más interesante y ególatra contigo". Depende del día y del humor, nosotras tenemos unas cuantas variantes también, véase, comértelo si está bueno, vacilarle un rato para demostrarte lo lista que eres y lo tonto que es, o mandarle a la mierda de una manera maleducada a la par que prepotente. A gusto del consumidor, oye.
Chicos a los que ya conoces (guiño, guiño): Y cuando digo que lo conoces, digo que lo conoces a fondo, amos, que has tenido magreo con el susodicho en cuestión alguna vez en la vida. El primer contacto visual suele ser obviado, más que nada por sostener un poquito el orgullo, pero luego alguno de los dos se acerca fijo fijo, a no ser que la cosa acabara mal de cojones, aunque a veces también hay acercamiento después del final desastroso, pero esto es otro tema. Las conversaciones suelen ser de lo más superfluas y superficiales en las que el ex-magreado termina poniéndote ojitos y recordándote la noche aquella en que...y lo guapa que estás con el vestido, o con el flequillo, o con.... A mí me pasó esto ayer, y oye, al menos el ego te lo suben un poquito, que nunca viene mal. Yo tengo que terminar recordando al tío que tengo novio, y entonces él se marcha, y santas pascuas.
Calzonazos/románticos en potencia: Lo subrayado en negrita no es su verdadera identidad, esta clase de homo-sapiens aún no se han dado a conocer en la sociedad juvenil, aunque hay chicas que aseguran haberlos catado, yo sigo pensando que no existen. Es la tapadera que suelen tomar porque piensan que al ser una raza inexistente a nosotras nos va a gustar. A ver, mindundi, que me invites a mil copas mientras me cuentas lo desgraciado que eres en el amor y lo ideal que podría ser nuestro futuro y nuestros churumbeles, no implica que vaya a terminar la noche contigo, ni mucho menos, a ti sólo te utilizo de tapadera mientras me echo miraditas con el buenorro de la barra. De hecho, no soporto a los lloricas, así que si me quieres esta noche (que no mañana ni pasado) déjate de chorradas e invítame a copas, pero para emborracharme y que caiga más fácilmente, no para enamorarme, que ni siendo tú realmente lo vas a conseguir. (Esta verborrea demuestra claramente lo que yo era antes de Die).
Estos tres chicos son los más comunes cuando posees la tan comun fiebre del sábado noche (las del jueves y el viernes también valen). Quizá se me escape alguno, pero a grandes rasgos esto es lo que hay, y esto es lo que hemos contado.
2 cosas a objetar:
Pensé que sería un Post exaltación de la amistad tras echar de menos a la amiga...pero aun así, me has sorprendido...¿Sabes que yo también te estoy escribiendo una historia?
Cosas asi me hacen pensar que la distancia, en contadas ocasiones, no siempre existe :)
No te llamo hoy, pero te quiero como siempre!
ay qué ilusión!!qué intriga!!
PD/quefuerte quefuerteeee jajajaja
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