Estas son las vistas del pisito de los grandiosos abuelos de Die. Cómo los quiero, nos subvencionan allá dónde vamos, oye.
Mis pies (los pequeñitos) y los de Die (los grandotes), reflejo del amor playil. Eso negro que se ve en la esquina derecha inferior es un minimonopatín que nos encontramos y que Die guarda con cariño. Animalito.
Cervecitas de la especie chiringuiti-karaokus con un toque de pastelosismo. El que cantaba era un guiri gordo que no hacía más que animarme para que cantara. Al final no me animé porque todavía no me había jartado de mojitos. Referente abajo.
Míralos qué monos. Y qué mala compañía los cabrones, menudo pedo, así, a lo fácil. Eso que se ve en la mesa es un mapa de australia, que estábamos en un "australian pub", lo que se ve en el banco es un canguro, que digo yo, que si a nosotros nos jode que sólo nos relacionen con torospaellayolé, los australianos estarán hartos de koalas y canguros no??
Esta cala taaaaaaaan idílica y maravillosa a la par que acojonantemente calurosa fue un magnífico hallazgo fruto de nuestros inmensos paseos en coche. Tranquilita como ella sola, si no hubiera sido por un niño cabrón con voz de pito que se dedicaba a gritar a nuestro alrededor y a imitar a Die como si fuera su ídolo. Mierrrrrrda de niño.
Bujero muy grande. En la esquina inferior izquierda observamos mi sombra. Y si os fijáis bien, el pie de Die en el centro a la izquierda del todo. En realidad queríamos hacer un castillo muy chuli pero se quedó en el foso. Obviamente, el niño nos imitó, hizo un agujero igual de grande y metió a su hermana pequeña dentro. Yo también fui introducida en el agujero que visualizáis, pero me sentí estresada y tuve que salir. Agujero a la mierda.
PD/ Ya mañana si tal os deleito con los detalles.
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