Vivir, qué gran proeza. Part chu.

Hoy ha sido un día bipolar por momentos.

He empezado la mañana cabreada, así porque sí (creo que las hormonas tienen algo que ver) pero la he terminado en el césped bebiendo sangría, jeee,jejeje. Estoy tan en el pozo que ya ni me estreso.

He comido como de costumbre mirando a La Moncloa y cabreándome con Zetafumapetas a tope. He discutido tan alto de política con mis amigos que creo que me ha mirado todo el comedor. Y todos han pensado que estoy loca. Nada más lejos de la realidad, pienso yo.

Me he tirado una hora yendo a por tabaco al estanco. He odiado Madrid por el calor, pero me ha enamorado con su sol.

He hecho amigos en la biblioteca mandando callar a todo aquel ggggggilipollas (sonido fuerte para que se me llene la boca) que se dedicaba a hacer láminas en plan corro de las patatas. Es un hobbie que copié de Chungo, es súper molón amenazar a la gente que estudia enfrente de ti, te sientes respetado y todo. He soltado un ¡¡¡¡¡¡¡¡¡CCCHHHHHHHHHHHHHSSTTTTTTTTTT!!!!!!!!!!!! tan grande que por un segundo no se ha oído nada en la biblioteca. Tras ese segundo se han escuchado risas. ¿¿Quién ha dejado entrar a esa gente en la universidad??eh??¡¡¡¿¿¿quién???!!!

Cuando toda ese gente se ha ido (resulta que tenían una práctica que se han tomado demasiado en serio) me he dado cuenta de que hoy tenía el típico "Día Esponja"* , lo que supone que voy a tener ocho días seguidos de retraso mental, seguro.

He llegado a casa feliz, cantando, bailando y haciendo el mongui. Me encanta hacer el mongui. Me encanta quinchar a mi madre, es súper divertido llamarla Rubia en vez de mamá y que se pique. Adoro a mi perro aunque en estos momentos parezca un mapamundi porque se está quedando calvo. Mi padre me cae bien, fuma a escondidas de mi madre y es mi mejor amigo. El día que La Rubia se entere hay divorcio fijo. Creo que tengo que hacer un post sobre mi padre, o varios.

Y lo que ha empezado en cabreos, termina en sonrisas. La primavera la sangre altera. Y las hormonas también alteran, también.

*Día Esponja: Dícese del día en el que tu mente absorbe todo tipo de información a una velocidad pasmosa. Normalmente las neuronas se estresan y luego deciden tomarse unos días sabáticos en los que lees frases una y otra vez, miras el reloj sin acordarte de la hora una y otra vez, haces el mismo ejercicio una y otra vez y no te acuerdas de los pasos ni la vez una ni la otra, y cosas así.

He aquí un ejemplo gráfico de Bob Esponja con las hormonas revolucionadas.