miércoles, 17 de febrero de 2010

Viva la improvisación!!!

El lunes tuve que hacer una presentación para la asignatura de materiales, como lo de inglés pero esta vez hablando, en público, y con la profe mirándome fijamente con cara de ¿qué cojjjjjones dices? y apuntando notas contíííííííííínuamente.
El caso es que teníamos que haber presentado tres grupos, pero era lunes, y no un lunes cualquiera, sino un lunes después de exámenes, así que la gente estaba destrozada en sus camas, durmiendo la mona sufrida de viernes a domingo, por lo que sólo mi grupo hizo la presentación, reduciéndose los espectadores a tres: la profesora y dos pringaos más de esos que van a clase porque no tienen nada mejor que hacer.
Después de encender el ordenador, ponerlo en salida a pantalla porque teníamos un power point orientativo muy bonito y que todos los espectadores vieran  una foto melosa con Die de fondo de pantalla, empezamos.
La primera yo, por supuesto, para romper el hielo, que yo de pequeña leía en la misa del cole y siempre era la que daba la cara, de algo me tenía que servir.
Pues bien, hice mi introducción correctamente, salvando que me dio la risa así porque sí, pero la hice, que es lo importante.
Luego les tocaba el turno a mis compañeros. He de decir que tres días antes habíamos quedado en no dar datos exactos y hacer un breve brevísimo resumen, porque teníamos que hablar de CUARENTA Y CUATRO PÁGINAS en DIEZ MINUTOS. Parece ser que tengo cara de chiste o les caigo mal o algo, porque decidieron pasar de lo que habíamos dicho, extenderse más de lo estrictamente necesario, y de lo no necesario también, y tardar cada uno esos diez minutos fijados para el total, pero individualmente.
También me tocaba cerrar la presentación hablando de aditivos anti-retracción y de desencofrantes. La idea que tenía yo de eso era...umm...cómo decirlo...más bien nula, ya que una tremenda borrachera nocturna-sabadil me impidió hacer el domingo todo lo que tenía que haber hecho (estudiarme dos folios, eran taaaaaaaantos que no sabía por dónde empezar!). Sabía definirlo, pero no sabía dar datos, ni explicar científicamente por qué actuaban de esa manera (los aditivos quiero decir, no los /%$(/)=@ de mis compañeros).
Obviamente no iba a quedar yo peor que ellos, así que hice lo que mejor sé hacer, esto es, inventar a la vez que improvisar. Delante de una tía que lo sabe todo acerca de ese tema es un poco complicaete, pero me gustan los retos, no puedo evitarlo. El truco del almendruco está en gesticular mucho, poner cara de Carlos Sobera concentrado, mirar fijamente a la profesora transmitiéndola seguridad y pensando "no me vas a pillar mua-ja-ja".
Si vas a decir algo de lo que no estas muy seguro, habla muy deprisa para que no se te entienda.
Si te quedas en blanco, mira el power point.
Si te da la risa, mira el power point.
Y si no tienes ni idea de por dónde vas, mira el power point.
Oye, muy bien pensado lo del power point.

La conclusión fue que Encarnación (la susodicha profesora), nos cazó, a mí por improvisación, y a mis compis porque se contradijeron entre ellos (es que tantos datos...les pasa por listos hombreyá!) y como no había ningún grupo más al que escuchar, decidió preguntarnos. Repito. PREGUNTARNOS.
JAAAAAAAJAJAJAJA.
Ahí ya me dio la risa del todo. La solución para todas sus preguntas fue:
"Es que los libros en los que consultamos eran del sesentaypico, y con eso de que la ingeniería es muy cambiante....."
Tanta inventiva pa' ná!!!

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